19 de agosto de 2011
Ella
Ella es ese objeto tan deseado. Ella es toda una mujer, pero aún no se despega de su espíritu de niñita inocente. Ella es la que todos quisieran tener, pero ninguno se atreve a enfrentar. Ella es la seriedad personificada cuando de obligaciones se trata. Pero también llega a ser el alma de la fiesta o ese bufón preferido del grupo cuando se habla de diversión. Ella es esa que, si no está, es capaz de hacerse notar incluso por su ausencia. Ella es la que de día sonríe, bromea y se jacta de su "nada me importa". Pero también es la que cada noche apoya la cabeza en la almohada y llora con desconsuelo su realidad. Ella es esa a la que todos quieren conmover. La figurita difícil, la que cuando dice que sí, es capaz de levantar cualquier ego. Ella es el trofeo que genera sensación de triunfo. Pero esa sensación dura poco y ella es la primera en ser olvidada cuando se pasa la emoción inicial. Ella es mucho más que una fachada. No le interesa la imagen y no cambiaría su esencia si tuviera otro envase. Ella es la enamoradiza, la que se topa siempre con hombres difíciles. La que sufrió un sinfín de desilusiones, pero sigue con la esperanza de que la próxima vez será diferente. Ella es alegre, soñadora, despierta y tan tenaz que podría lograrse todo lo que se propone si quisiera. Ella es la que un día te eligió. Pero tu egocentrismo fue más fuerte. Ella es la que se preocupa, la que siempre te piensa y la que va a estar cuando la necesites, porque no conoce los rencores. Ella es la que te quiso... aunque no lo hayas podido ver.
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