7 de diciembre de 2011
La última gota
Nada podría ser peor. Fue suficiente. Ya tocaste fondo y ahora sólo resta esperar el envión.
Pero no. La vida siempre sorprende. Y lo que parecía imposible, impensado, hasta irreal... sucede. Y todo parece romperse.
Son golpes que ayudan, obligan a madurar, hacen crecer. Pero transitarlos nunca es fácil.
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